Thèmes à débattre

Guest  

Welcome Guest, posting in this forum requires registration.

Pages: [1]
Topic: El papel de los sindicatos: transición social y ecológica de la economía
admin
Administrator
Posts: 33
El papel de los sindicatos: transición social y ecológica de la economía
on: January 23, 2014, 14:56

Encuentro europeos: Alternativas al desafío ecológico (Ginebra, 25-01-2014)


El papel de los sindicatos: transición social y ecológica de la economía

En ELA llevamos tiempo trabajando en las alternativas a los problemas ambientales, y subrayando que la crisis económica está estrechamente ligada a la crisis ambiental y social. Por lo que la justicia ambiental y la justicia social son nuestros principios básicos a la hora de plantear cualquier alternativa.

Los grandes problemas que sufrimos están directamente relacionados con el consumo desmedido de energía y de recursos naturales, y otros problemas derivados de éstos: el modelo de producción, distribución y consumo contaminante e injusto, la generación desmesurada de residuos, y todas las consecuencias que sufre la población: pobreza, desigualdad, desprotección social, falta de recursos y alimentos, problemas en la salud, expolio de sus tierras, inmigración forzada,… El actual modelo económico es insostenible ambiental y socialmente.

Teniendo en cuenta que somos un sindicato y que intervenimos en las empresas, tenemos que llevar estas preocupaciones y luchas al ámbito de las mismas. Los intereses de los trabajadores y trabajadoras y los de las empresas no son coincidentes, tampoco en relación al medio ambiente, lo que dificulta nuestra labor. Desde el área de medio ambiente de ELA impulsamos la sensibilización ambiental interna para que seamos capaces de llevar estas reivindicaciones a nuestra agenda en los centros de trabajo.

Por otro lado, y teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad injusta, la defensa de un modelo social alternativo ha llevado a ELA a implicarse en luchas como la oposición al tren de alta velocidad, a la construcción de grandes infraestructuras innecesarias (puertos, autopistas,…), a la incineración de residuos, a la energía nuclear, al fracking, etc. Asimismo, hemos defendido un modelo energético basado en energías renovables; la reducción, reutilización y reciclaje de residuos; un modelo de transporte sostenible; la soberanía alimentaria; un modelo de producción, distribución y consumo más responsable,o la lucha contra el cambio climático. Para llevar a cabo estas luchas es imprescindible la alianza con otras organizaciones sociales, tanto a nivel local y regional, como internacional. Nuestra participación en las cumbres paralelas a las COP en Copenhague o Cancún, o en la Cumbre de los Pueblos de Río de Janeiro nos ha permitido conocer otras luchas y compartir experiencias, y aprender de ellas.

Ante la gran crisis global que sufrimos, la triple crisis (ecológica, social y de los cuidados), y obligados por la realidad, y la justicia social y ambiental, hemos emprendido un camino sin retorno: la lucha por una transición ecológica y social de la economía.

Pero ¿qué es y cómo se debe llevar a cabo esta transformación?

Es una propuesta de salida ordenada de la economía del crecimiento y de las lógicas industriales hacia otra economía, otra sociedad, en la que prime la sostenibilidad, la calidad, la solidaridad y la participación ciudadana.

1. Consideraciones previas sobre el pasado y el futuro del modelo económico

Antes de plantear como debe ser el cambio, hagamos unas consideraciones previas sobre el pasado y el futuro del modelo económico:

La sociedad industrial es una sociedad de consumo, que a pasado de la producción para satisfacer necesidades al consumo para hacer funcionar las industrial.

Las principales características de esta sociedad del crecimiento son:

- El PIB y su crecimiento como indicador de riqueza, aunque no tenga en cuenta los limites físicos del planeta, las externalidades ecológicas y sociales de la producción, el reparto de la riqueza, o los trabajos no mercantiles (trabajos de cuidado y domésticos).

- El aumento de la productividad se presenta como el centro del progreso y de la protección social, aunque buena parte de los aumentos de productividad no son sostenibles (industria agroalimentaria global).

- Otro de los principios es que la tecnología permitirá superar problemas sociales y ecológicos, aunque no se tienen en cuenta los riesgos asociados a estas tecnologías que superan el control del ser humano (transgénicos, energía nuclear,…).

- El empleo se entiende como trabajo productivo a tiempo completo. Pero hablar de trabajo es hablar de trabajo productivo y reproductivo, remunerado y no remunerado. Es importante señalar la división sexual del trabajo, porque que acarrea el menos reconocimiento social y económico, y es las que ampara la desigualdad de genero estructural. Cualquier empleo es bueno, sin importar su finalidad, ni su ética, ni su impacto sobre el medio ambiente, las generaciones futuras o los países del Sur. El empleo además, es el nexo entre la producción y el consumo.

- El consumo se considera un trabajo social, se consume por el bien del sistema. Los salarios permiten una participación activa en la sociedad de consumo de masas y un estatus social. Resumiendo “quien trabaja, come”, “quien trabaja, consume”, y “quien consume, crea empleo”.

Pero este modelo está agotado, porque choca con una triple crisis: la crisis ecológica, la social y la de los cuidados. Este uno de los mayores retos del sindicalismo actualmente. Para ELA la alternativa a esta triple crisis es la transición ecológica de la economía. Los sindicatos, deben socializar esta alternativa, tanto en las empresas como en su discurso. Debemos luchar y establecer alianzas para llevar a cabo este cambio de manera ordenada y justa.

Un modelo equitativo y en paz con la naturaleza

Pero no hablamos solo de una crisis de reparto. Incluso con una redistribución equitativa de rentas de trabajo y capital, seguiríamos viviendo como si tuviéramos planeta y medio. Reivindicar pleno empleo a jornada completa es un peligro ecológico. Reivindicamos una macroeconomía ecológica alternativa con las siguientes bases:

- Prosperidad sin crecimiento. Donde la estabilidad no dependa del crecimiento y que el PIB no sea el principar indicador de riqueza.

- Aumentos de calidad y sostenibilidad, produciendo otra cosa con más y mejor trabajo. Productos y servicios de mayor calidad con menor consumo energético y menor impacto ambiental.

- Aumentar la calidad de vida en un entorno sostenible, tener cubiertas las necesidades básicas como la alimentación, la energía o la vivienda fuera de la lógica mercantil. El vivir bien implica el acceso a riquezas no económicas (autonomía, solidaridad, ciudadanía, ecología, autoestima,…).

- Reequilibrar la distribución de trabajo productivo y reproductivo, trabajo remunerado y no remunerado, entre mujeres y hombres. Y revalorizar la esfera de la reproducción de la vida.

- Relocalización del poder. La deliberación ciudadana es central para fijar colectivamente las necesidades deseables y posibles en un mundo finito y solidario, para elegir que tipos de trabajo se requieren para cubrirlas y para escoger la tecnología para este proyecto de sociedad.

2 La gran transformación del siglo XXI

Una vez claros los principios a seguir de la nueva macroeconomía ecológica, centrémonos en el trabajo. En cuanto al empleo, no cualquier empleo vale. En una economía ecológica y justa, hay sectores no deseables y sectores deseables y de futuro.

Los trabajos escasamente retribuidos y poco valorados son de carácter reproductivo y altamente feminizados, pero que producen más valor que los trabajos con un mayor salario. En cambio los trabajos bien retribuidos, con un estatus social mayor, y masculinizados destruyen más valor del que crean.

Sectores y trabajos no deseables

La triple crisis marca límites al crecimiento de la economía y a ciertos sectores productivos, que o bien deben decrecer o bien desaparecer. Hay empleos socialmente no deseables y ecológicamente imposibles. Los trabajos deben perseguir un doble objetivo de equidad y sostenibilidad, así como responder a imperativos éticos y ecológicos, y de justicia social. A continuación desarrollamos los dos primeros: (justicia social???)

- Imperativos éticos: Ningún empleo tendría que poder causar directa o indirectamente un daño o prejuicio moral o físico a otra persona o colectivo, se encuentre cerca del lugar de trabajo o en alguna otra parte del mundo. El sector armamentístico es paradigmático pero hay otras actividades que destruyen más valor del que crean, como el sector financiero, gran parte de la burbuja inmobiliaria y de la crisis económica actual. (trabajos feminizados/masculinizados???)

- Imperativos ecológicos: Deberán decrecer y transformarse aquellos sectores muy intensivos en consumo de energía y materia, como el sector automovilistico, aéreo, energía no renovable, agricultura intensiva, turismo de masas o construcción.

La transformación implica también la reducción de consumo de energía y materiales de todos los sectores productivos, hasta que sea compatible con los límites del planeta. Esto implica una paulatina reducción de los sectores muy intensivos en consumo de energía y materia, y por tanto también del empleo. Pero significa más mano de obra en las actividades menos intensivas.

En cuanto a los Sectores deseables, trabajos del futuro,

En contra de las ideas preconcebidas, la ecología y el trabajo (productivo y reproductivo) van de la mano. La transformación ecológica y social es sinónimo de creación de empleo deseable en varios sectores:

- La economía de los cuidados y del buen vivir

Actividades basadas en el cuidado de las personas y sus necesidades básicas, en preservar y fortalecer la participación, la solidaridad y el acceso a los derechos universales, cuidar de las cosas y los objetos para que duren y concebirlos a tales efectos, y cuidar de la Naturaleza.

- Servicios públicos

Es un sector de alto valor añadido para las personas, la sociedad y el medio ambiente (transporte público, investigación, educación, salud,…).

- Mercado

Se debe retomar el control de las actividades mercantiles para marcar límites y reglas orientadas a la equidad y la sostenibilidad. Se trata de regular los mercados financieros estableciendo orientaciones ecológicas, éticas y sociales y gravar con un impuesto las transacciones financieras derivadas de actividades especulativas. El modelo productivo también necesita una normativa ambiental y una fiscalidad ecológica (con ecotasas y el fin de subvenciones a sectores contaminantes mientras se incentivan las renovables y la eficiencia energética).

-Economía social y solidaria

Los principales principios de la ESS son la igualdad, empleo, respeto al medio ambiente, cooperación no lucro, compromiso con el entorno social participación y democracia interna. Aglutina cooperativas, mutualidades, asociaciones, empresas sociales y algunas fundaciones. Simboliza una alternativa a la empresa capitalista, tanto a nivel de gestión como de objetivos transformadores. Es una fuente importante de actividades y puestos de trabajo decentes, participativos y sostenibles.

-Los empleos verdes, pilar de la transformación

Son una clave para luchar contra el paro, en una sociedad donde la ausencia de un empleo suele desembocar en procesos de exclusión económica y social. Los empleos verdes son aquellos empleos que:

- Corrigen, minimizan o regeneran los impactos adversos de las actividades humanas (gestión de residuos, depuración de aguas residuales, etc).

- Las que producen bienes y servicios de forma ambientalmente respetuosa (productos ecológicos, turismo ecológico, producción forestal sostenible, etc).

- Servicios con finalidad preventiva y de control (control de la contaminación, ecodiseño, etc).

- Sectores tradicionales que avanzan en la modernización de sus productos y procesos de manera ambientalmente adecuada.

- Actividades de investigación y desarrollo.

La OIT calcula que hasta el 2020 se pueden crear hasta 60 millones de empleos verdes a nivel mundial. La Comisión Europea estima que cumpliendo con el objetivo 20/20/20 se crearían en Europa 2 millones de empleos verdes anuales. Según el estudio que ha realizado para ELA Florent Marcellesi en 2013, el potencial de creación de empleo de nuestro territorio (Hego Euskal Herria, compuesto por la comunidad Autónoma del País Vasco y Navarra) es de 102.000 empleos verdes, en un entorno con 211.000 parados (diciembre de 2013).

3. Condiciones necesarias para la transición

Una transición ecológica que combine justicia social y ambiental, requiere algunas condiciones:

- Un cambio cultural y de expectativas: El cambio social pasa por repensar y decidir democráticamente como debe ser el proyecto social deseable y realista según la capacidad de carga ecológica disponible, identificar las necesidades colectivas y el nivel de consumo aceptable, y cómo y dónde invertir la fuerza de trabajo.

- Planificación participativa: La transición requiere una planificación tanto a nivel de país como a nivel sectorial. Los cambios socio-económicos traerán tensiones y conflictos, algunos sectores decrecerán o cerrarán, mientras . La transición se debe hacer de forma dialogada entre todos los actores implicados: instituciones. Sindicatos, empresarios, ONGs, consumidores,…

- Políticas públicas a la altura del reto: políticas contra el cambio climático, promoción de empleos verdes, fomento de la organización de las mujeres, inversiones estructurales en sectores ecológicos y socialmente deseables, recursos para la financiación del modelo productivo equitativo y sostenible, y fortalecimiento de la protección social y ayudas a la reconversión laboral hacia sectores sostenibles.

- Redistribución del trabajo y de la riqueza económica:

En esta crisis ecológica, social y de los cuidados el reparto del trabajo y la reducción de la jornada laboral son medidas centrales y complementarias a la reorientación del modelo productivo. Cumple con las reivindicaciones históricas de ecologistas y sindicatos: justicia social, preservar el planeta y construir una economía prospera sin crecimiento. Estos son los factores importantes para una redistribución equitativa.

- Reducción de la jornada sin reducción de salario: Es una política de creación de empleo, perfectamente posible si se acepta una distribución de la riqueza justa. Permite incluir social y económicamente colectivos afectados por el paro. Permite reequilibrar los tiempos de vida entre trabajo remunerado y no remunerado. Es una condición necesaria para una mejor inclusión de las mujeres en el mercado laboral evitando dobles y triples jornadas, y para la redistribución de las tareas domésticas y de cuidado entre hombres y mujeres.

- conciliación familiar y laboral, tanto para hombres como para mujeres.

- reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres.

- Una semana laboral mucho más corta para romper con el hábito de vivir para trabajar, para ganar dinero y consumir. Debemos diseñar una sociedad menos atada al hiperconsumo de energía y dedicarnos más a actividades sostenibles.

- redistribuir la riqueza económica , porque los recursos existen pero están mal repartidos. Es imprescindible una fiscalidad progresiva, que con una menor tributación de las rentas del trabajo y una mayor tasación de las rentas del capital y los recursos naturales (ecotasas).

- Una política de renta con mayor imposición a las rentas altas y de los capitales, y un incremento del salario mínimo. Y establecer una renta máxima para garantizar la redistribución justa de la riqueza, la cohesión social y la disminución del hiperconsumo.


Así es como entendemos la transformación ecológica y social en ELA, una transformación que si no lo impulsamos desde abajo y desde la izquierda, lo harán otros. Y lo harán con los valores del capitalismo, perpetuando la injusticia social y abocándonos al precipicio del colapso ecológico. Este es el camino a seguir y uno de los mayores retos del sindicalismo.


Pages: [1]
WP Forum Server by ForumPress | LucidCrew
Version: 1.7.5 ; Page loaded in: 0.03 seconds.